Dentro del segundo grupo de los 3 miedos claves para concebir hablamos de: Miedos sobre la gestación
Muchas mujeres tenemos miedos propios o adquiridos sobre las consecuencias de estar gestando. La forma de nombrar este estado NO es menor “embarazo”.
Embarazo remite a Vergüenza.
Muchas mujeres en la época actual podemos sentir que el cambio en el cuerpo y el hecho de saber que seremos menos “productivas” en términos de explotación capitalista puede hacernos sentir internamente que es un estado digno de ser evitado.
Luego están las historias particulares propias o de las mamás o abuelas que atravesaron mientras gestaban y para eso quiero compartirte una historia.
Hace poco trabajé con una mujer que sentía mucho miedo a gestar y por eso me consultaba. En el proceso de decodificar lo que le ocurría (porque de hecho había ya gestado un bebé sin problemas pero pasándola muy mal) descubrió que su mama había perdido dos gestaciones previas a la suya y que le habían hecho un procedimiento invasivo sobre el cuello del útero (cerclaje) para evitar su propia pérdida.
Esta mujer de adulta buscaba ser mamá, y en su búsqueda había transitado varias pérdidas gestacionales. Imaginemos perder nuestros bebés y nuestras mamás habiendo perdido dos bebés antes de ser nosotras mismas gestadas.
¿No es atemorizante imaginar que se repita esta situación? TOTALMENTE
Por eso te lo cuento, para que te revises y también si tenés la posibilidad consultes a tu mamá o persona cercana que haya vivido cómo estaba tu mamá durante TU propia gestación. Sabiendo primero luego se puede hacer algo con ello, para cortar las repeticiones y evitar que inconscientemente esto se haya transformado en un bloqueo.
Por último quiero mencionar el miedo más oculto: ¿En qué me convertiré cuando sea mamá?
¿Imaginaste tu vida siendo mamá? ¿Criando?
La verdad es que para quienes no pasan por una experiencia es muy difícil ponerse en un lugar no habitado. Cualquier sea.
Respecto de la maternidad y paternidad por primera vez realmente es muy difícil ponerse en ese lugar futuro pero también es casi inevitable que si la búsqueda se prolonga o se demora anticipemos cómo va a ser la vida nueva. Ya sea de manera consciente o inconsciente seguramente has imaginado tu vida en el futuro.
El problema no sería en si imaginar porque está buenísimo usar la imaginación, el tema es que si estás leyendo este blog lo más probable es que te hayas planteado…
¡Problemas!
¡Caos!
¡Incertidumbre y descontrol!
Bueno la verdad es que todo eso puede venir con un hijo, sobretodo el primero, cada uno y la familia toda se transforman con la llegada de un hijo. La realidad deja de ser la que era. Enfrentamos situaciones para las que no estamos preparados, todo el tiempo. Un nuevo ser es único como todos y no podemos anticipar cómo le afectarán nuestras decisiones y al mismo tiempo seguiremos cargando con nosotros mismos, nuestras responsabilidades y dificultades.
Pero te quiero contar un truco: cuando trabajamos estos temas en mis programas les propongo esto que te voy a compartir: que te preguntes si SOS la persona que deseas ser hoy para recibir un hijo, lo medites, lo charles con vos misma, y si sentís que no estás conforme te pongas a trabajar activamente en ser HOY la persona que querés ser para recibir un hijo, aunque esto parezca lejano y después en la práctica te salga otra cosa.
¿Para qué puede valer la pena poner energía en esta propuesta? porque puede ser un bloqueo válido a la fecundidad, la situación temida de una vida que no quieras tener o de convertirte en alguien que no querés ser y por lo tanto producir la activación de un mecanismo natural de anticoncepción.
Por eso vamos a reconocer e integrar los miedos, y a trabajar en propuestas para que no te bloqueen o paralicen. Tal vez es esto lo que ocurre y por eso no llega aún tu tan deseado bebé, tal vez tan simple y tan complejo como esto.
¡Nos vemos el próximo mes!
Cariños
Jor