El último ticket

Este artículo va desde una anécdota que compartieron anoche 2 amigos. Se llama “El último ticket!”

Parece que no tendría nada que ver con la Fertilidad, ¡pero te juro que si! 

Durante la madrugada me desvelé y me puse a pensar cuánto tenía de sentido esta experiencia del último ticket con mi llegada a la maternidad, ¿y por qué no?  ¡tal vez sea así  la tuya!

Vamos con la anécdota. ¡Leeme hasta el final para entender por qué te lo cuento!

Un amigo le cuenta al otro que la semana pasada tuvo la oportunidad de escuchar en Amsterdam en el teatro más famoso y prestigioso (simil nuestro Teatro Colón) a una orquesta sinfónica con la 5ta de Gustav Mahler . Realmente estaba fascinado, había quedado feliz.

Nos cuenta que justo el último día de su viaje se acerca y le cuentan en boletería lo que estaban por dar y le dicen “queda el último ticket” .

Lo compra sobre la hora de ingreso. Se acerca a un acceso y le dicen: “te equivocaste de puerta, y no creo que llegues antes de que cierren la correcta”. En esos lugares son muy estrictos para que haya total silencio durante la performance, pero él no se dio por vencido… en definitiva ¡había conseguido el último ticket!

Recorre la fila y piensa que “¡Como por milagro se ve que se atrasó unos minutos y pude entrar!.

Escuché la mejor interpretación del compositor, mejor que lo que había escuchado toda mi vida.” 

El otro amigo asiente y recuerda… y cuenta su anécdota del “último ticket”. Cuenta que estuvo una vez en Chicago y vió que en un teatro pequeño estaría Björk (antes de ser tan famosa). Nos explica que muy entusiasta se acerca al teatro y que hay un cartel de “sold out” o sea “agotado”. Explica que, muy propio de un argentino, piensa que lo va a resolver hablando y pidiendo ingresar al vigilante que cuidaba el acceso. 

El señor de la entrada le dice que se retire porque estaba todo completo. Osea le dice “ya no hay alternativa” te quedaste sin entradas!!!. Pero él tenía muchísimas ganas de escuchar esa cantante y confía en que si se queda un rato más podría pasar algo que le permitiera el acceso.

Cuenta que junto con él había otras 2 personas más en la misma situación. Y al ratito sale alguien de la sala con un ticket en la mano diciendo que le sobra, si alguien lo quiere comprar. Las 3 personas en la misma situación lo querían, entonces el desconocido portador del ticket decide resolverlo a través de una adivinanza: “el que adivina primero un número del 1 al 10 le vendo el ticket!.” Nos cuenta que confía en su buena suerte y que pasan 3 rondas y habiendo estado en el último lugar como jugador (osea habían pasado por casi todos los nros disponibles) y él era el último en arriesgar, logra adivinar y así consigue el “último Ticket”. Finalmente ingresa super contento con el logro, piensa “menos mal que me quedé y que vine”. Disfruta el recital, muy bien ubicado y logra cumplir su deseo.

Tal vez ya fuiste captando qué te quiero decir con  todo esto, o por ahi para nada jaja pero te cuento cómo lo relaciono conmigo y con la llegada de mi hijito tan deseado: 

En estas dos historias hay una multiplicidad de desenlaces posibles de acuerdo a las decisiones que cada uno de los amigos fue tomando. Otras miles de decisiones plasmadas en acciones hubieran hecho que ellos hubieran aceptado el “no hay más tickets” o “no voy a llegar a tiempo”. Y se hubieran quedado sin la experiencia que recibieron.

La base de las decisiones son pensamientos y emociones, y por detrás de ellos hay creencias sobre cómo es el mundo.

Ambos confiaron en que sí lo lograrían, a pesar que otras personas con cierto poder sobre lo que querían lograr (podían venderles los tickets que les darían o no el acceso a los conciertos) les dijeron que NO podrían.

¿Sabés qué? yo estuve años cambiando de médico porque “no me daban confianza”. ¿Sabés qué pasaba?, no recibía confianza porque YO no confiaba en mi propia capacidad. Pero cuando lo conseguí, estuve ahí para recibir a mi bebé.

Ellos podrían haberse dado por vencidos ante las negativas recibidas, pero no lo hicieron.

Muchas veces me cuentan las mujeres desahuciadas “me dijeron que no tengo chances”  o “mis óvulos no sirven”

¿Qué hubiera pasado  si los amigos se quedaban con las malas noticias? No las ignoraron solo que fueron por sus sueños.

No es posible saber el futuro pero SI es posible crear las condiciones para atraer lo que deseamos. Eso hicieron los amigos. 

Hoy SI podés ir por tus sueños, y la manera en la que creo es CREAR las condiciones para que se habilite desde vos la llegada de eso que NO SABEMOS cómo ni cuándo va a llegar.

Las probabilidades existen pero no tenés por qué dejar de lado tus sueños porque alguien  de afuera te dice “no hay más posibilidades”. Entonces si esas palabras resuenan con vos, eso si lo podés CAMBIAR.

Y por último y no menos importante, lo mejor de todo es que esas experiencias se valoran mucho más que lo que llega rápido y con facilidad. Así que ya tenemos una ventaja: cuando se cumpla tu sueño tendrás ímpetu para festejar por partida doble. Cómo los amigos, que fueron a miles de conciertos, pero esos que llegaron contra las probabilidades, fueron los más disfrutados.

Y vos….te sentís como los amigos? o te hubieras vuelto al hotel cabizbaja diciendo “cómo perdí el tiempo, tendría que haber salido antes”. o “siempre me pasa lo mismo, no tengo suerte, esto no será para mi”

¡Si te resuena y llegaste hasta acá mandame un mensaje y contame! ¡Te leo!.

 

 

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