Las 4 Actitudes de la Fertilidad Consciente

La FERTILIDAD es la conexión con nuestra capacidad creadora, crear vida dentro nuestro para luego poder manifestarla en el mundo exterior. Desde esta mirada, recibir hijos es una de sus manifestaciones pero no la única. Más adelante te contaré entonces cómo activar esta capacidad en sentido amplio, y en el sentido de la reproducción humana, de manera natural.

La fertilidad enfocada en recibir hijos desde mi punto de vista es un proceso en el que la persona se conecta con su poder interior, sus posibilidades, y se integra registrando deseos, miedos y todos los aspectos corporales, mentales y espirituales que se ponen en juego al querer convertirse en mamá o papá.

Este proceso es uno de los más importantes en la vida ya que es el inicio del camino orientado a acompañar a otra persona a desarrollarse desde cero y por lo tanto vale la pena prepararnos y convertirnos en nuestra mejor versión para ello.  

En general en la sociedad moderna no registramos este proceso hasta que tenemos problemas para concebir, lamentablemente cada vez con mayor frecuencia. 

La buena noticia es que para el abordaje de la Fertilidad consciente que construyo hace 9 años desde mi propia historia, podemos hacer mucho para mejorar nuestra fertilidad. 

La propuesta es centrarnos y orientar nuestra inversión de tiempo, dinero y energías a estar saludables y receptivos para propiciar la llegada de un hijo.

 El ejemplo más claro de estas herramientas es la nutrición. Siguiendo el camino de lo que llamamos la “nutrición fértil” nos preparamos para que todo nuestro organismo esté en sus mejores condiciones para la recepción de un hijo, ¿Cómo?  Mejorando a través de hábitos alimenticios, la calidad de nuestras células en general y en particular las germinales (óvulos y espermatozoides), el endometrio (útero) que será el primer «hogar» de nuestro hijo, como así también la capacidad de nuestro organismo de adaptarse a las numerosas transformaciones que implica una gestación. 

Así como ésta, hay muchas otras herramientas para explorar. Cabe destacar que todas requieren nuestro compromiso de trabajo interno y lo más importante, no tienen contraindicaciones. Te cuento mi primer secreto: eso hice yo cuando no conocía nada de esto y solo había ido como a 4 centros de fertilidad y cada vez me sentía mas lejos de mi objetivo: me abri a otras propuestas, empezaron a llegar y cada vez que iba a probar una, me preguntaba “esto me puede hacer mal”? esta persona me transmite amor? SI entonces iba con confianza y todo me hacía bien! Me empece a sentir cada vez mejor.

En general en la sociedad actual no nos cuestionamos cuando invertimos años de nuestras vidas para estudiar una profesión que ejerceremos 30/35 años, pero no queremos asignar tiempo en prepararnos para gestar y acompañar a un ser que tendrá una expectativa de 90 aproximadamente y que nos dará la profesión de por vida más difícil y comprometida (ser mamás o papás). 

Así queremos que en 10 minutos nuestro “plan” de ser mamás y papás se concrete y nos frustramos cuando el bebé no llega en el primer mes de “dejar de cuidarnos” y buscamos soluciones “rápidas”. 

Según la fertilidad consciente traemos a la luz nuestros procesos internos e invertimos  nuestras energías en prepararnos para ser mamás y papás sea cual sea la forma que elijamos o necesitemos para que se produzca la concepción: natural, reproducción asistida, adopción y las múltiples formas de ma-paternar posibles.

Podemos hablar ahora de hábitos y estilos de vida que contribuyen a crear un ámbito propicio para la llegada de un hijo con salud y bienestar que llamo “Pilares de la Fertilidad Consciente”.

Pilar 1: Las actitudes Fértiles

Integrarnos: Consiste en explorar y reconocer qué creencias, deseos, miedos, hábitos, están detrás del proceso de la “búsqueda” de un hijo e integrarlos al proceso, buscar ayuda si es necesario. Si solo nos centramos en el sistema reproductor estaremos dejando de lado todo lo que somos y que puede traernos por bloqueos inconscientes. Un ejemplo de esto es revisar con biodecodificación o constelaciones qué historias en nuestra llagada al mundo o nuestra familia están vinculadas a la maternidad-hijos-nacimientos que pueden estarnos dando la información de manera inconsciente de que NO es bueno para nosotros repetir esas historias y por lo tanto, las evitamos para protegernos. 

Empoderarnos: el proceso de la fertilidad es interno y es propio. Nos conocemos, amamamos u odiamos nosotros mismos y por lo tanto podemos activar nuestra medicina interior. Los otros y la ciencia son herramientas que podemos usar cuándo y cómo lo necesite cada uno. Desde este punto de vista la propuesta es centrarnos en reconocer nuestro ritmo interno, nuestros ciclos, y transformar lo que sea necesario para que estén disponibles para la fertilidad. Ejemplo de esto es en las mujeres conocer profundamente nuestro ciclo femenino, la base biológica de la fertilidad.

Conectar con la propia capacidad: A menudo cuando depositamos en otros (como los médicos) el poder sobre nuestro proceso de fertilidad perdemos confianza en nuestra propia capacidad creativa y la abandonamos. Cuando tenemos alrededor de 40 años a las mujeres nos dicen que estamos “viejas” para ser mamás y perdemos la confianza. Lo mismo si hay indicadores en estudios médicos que nos indican “bajas probabilidades” como la hormona “antimuleriana baja”. La propuesta es conectar con lo que SI tenemos, nuestra capacidad de crear vida. Puede ser a través de actividades artísticas o contacto con la naturaleza que podemos sentir el poder creador en nosotras y eso expandirlo a propio cuerpo.

Enfocar en el placer: incluye dejar de enfocarnos en el sacrificio que tenemos que hacer para ser mamás-papás. Intentar “concebir” el día de la ovulación es una frustración segura y es muy probable que no lo logremos de esta manera si aún no lo hicimos. Así el foco del proceso buscaremos direccionarlo a encontrar más momentos de placer personales y de la pareja (entendiendo que el placer se trata de bienestar y por lo tanto de salud). Un ejemplo concreto es poner en agenda una actividad diaria que nos de bienestar, hacer algo por nosotros cada día y también incluir en nuestras actividades aquello que nos hace vibrar, sentirnos vivos. Por ejemplo en mi caso es cantar.

¿Qué no es la Fertilidad Consciente?

Desde esta mirada nos desconecta de la capacidad creadora de vida si:

  1. Nos concentramos únicamente en el resultado de quedar embarazados
  2. Buscamos sólo un tratamiento y soluciones externas entregando el poder a otro para que haga las cosas por nosotros.

¿Te gustaría saber más? te invito a escuchar mi Podcast.

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