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Tag: Tratamiento de medicina reproductiva

¿Qué hago si mi tratamiento no funcionó?

Mi tratamiento no funcionó…. ¿ahora qué hago? Siento un vacío… frustración y enojo… Pero ya quiero hacer algo nuevo. Muchas, pero muchas mujeres me escriben con esas situaciones. ¿Querés saber mi mirada? seguí leyéndome. Al final te doy una idea para que me sigas conociendo y empieces a aplicar algunas de mis propuestas. La verdad no lo voy a adornar. Ese resultado es una porquería, le pusiste toda la energía, todo el cuerpo y el alma al tratamiento, hasta tu ilusión te hizo ser un poquito desatenta con las probabilidades y pensaste que sí o sí salías embarazada, y ahora no funcionó!!!!! Lo primero que te digo es que te entiendo, estuve ahí, no hice fiv pero si muchos de baja complejidad y no funcionaron. No te voy a decir que el día del negativo o de “los embrioncitos se detuvieron” y la probable siguiente explicación “tus óvulos no son tan buenos” vas a poder estar positiva porque esas frases, TODAS, apestan.  Te habías imaginado ya tu bebé en tu panza, aunque quisieras ser escéptica. Pero si es lo  que más deseás, es probable que lo hayas imaginado y luego reprimido al son de “no tengo que ilusionarme”. Bueno acá tienes doble trabajo, aceptar que te ilusionaste, y luego aceptar la desilusión total.  Todo esto te va a consumir energía, te va a sacar del eje (toda la maternidad te aclaro, lo hace) pero hoy sé que tu foco es el positivo, y es lo único que te importa, lo sé. Lo segundo que te digo entonces es que dejes salir esa frustración, enojo, tristeza, desilusión, no la reprimas porque “podía ser una posibilidad” pero no era seguro. Porque dentro tuyo sí era seguro, con la ayuda de la tecnología de avanzada SI vendría el bebé. Cuando no viene caemos, caemos profundo. Y si no, lo más probable es que lo estemos tapando. Porque le pusimos todo a este evento del tratamiento, toda la carga de los meses o años que llevamos en la búsqueda. Y aquí te aliento: animate a abrazar ese desastre que sentís hoy. y te doy 3 razones para que te lo permitas: 1- No es para siempre, poco a poco cuando drene todo esto vas a recuperarte y poder seguir adelante con tu sueño. 2- No estás sola, les pasa a la mayoría (aprox 35% de embarazos en cada FIV en Argentina es la estadística, es decir 65 tratamientos de 100 terminan sin embarazo) 3- Aún pensando en el resultado del positivo y nada más, te conviene drenar ahora la desilusión para poder seguir adelante. Todo duelo que no se transita es un duelo encajonado y puede generar hasta síntomas físicos, ¡así que adelante! Y otra razón para que puedas estar más triste aún ( no les pasa a todas pero muchas mujeres que recibieron la noticia) El “hay 2 embrioncitos”…. los viven por dentro como sus bebés en curso. Puede ser dudoso y difícil de entender si no lo sentiste, lo sé pero acá no hago una polémica por el inicio de la vida, solo quiero dar lugar al sentir de cada una. Si vos lo viviste, podés tener este duelo también a cuestas. Y el batacazo final, si no te lo dijeron, lo más probable es que te eches la culpa del “fracaso”. ¿Angustiante no? Y si insistís en preguntar la causa, no importa lo que te puedan decir, lo más probable es que en tu mente sea por VOS…. Dolor, culpa y miedo a no poder la próxima. Cansancio físico, mental, emocional. Ganas de no ver, ni contarle a nadie, ganas de ser abrazada en silencio, ganas de llorar y gritar. Bueno, todo eso lo pasamos muchas y lo comprendemos. Las que no, ni cerca, como todas las etapas especiales de la vida, necesitamos rodearnos de quienes lo vivieron para que nos puedan comprender. YO lo comprendo y te doy la idea de que lo dejes circular y lo vivas con presencia, no corras al próximo destino aún para evitar sufrir porque lo estarás dejando bajo la alfombra.  Por hoy llego hasta acá porque tengo más para decir de lo que pensaba… en 2 semanas viene la nueva entrega de este blog y ahí hablaré más de cómo seguir adelante cuando ya pudiste reponerte de semejante vivencia que te hace sentir un paso más atrás.  Te veo la próxima: cuando entendés que ya sabés como es, ya podés elegir seguir así o tomar otro camino. Ya lo intentaste por esta vía al menos una vez, ya no tenés esa falta a cuestas. Ya podés animarte a cuidarte y aprender a expandirte para elegir con más consciencia la próxima y acá entran mis propuestas. Porque como en todo en mi vida, me gusta reflexionar pero luego pasar a la acción. Cuando lo sientas, y tengas ganas de colaborar con tu cuerpo, mente y espíritu en pos de tu fertilidad, te espero para contarte mi 3 Secretos.  Hacé click aquí para recibirlo de manera gratuita. Con amor  Jor

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Retomando el camino después de un tratamiento

¡Buenas! acá seguimos, ya pasaron más días desde el “no implantó” o “no evolucionaron los embrioncitos”. Ya nos animamos a sentir la frustración, el enojo, la tristeza. Ya encaramos el duelo por los embrioncitos, por el endometrio forzosamente preparado para una gestación que no fue, por las proyecciones de fechas y signos de nuestros futuros hijos. Ya se nos fue desinflamando el cuerpo y recuperando el tamaño de nuestro corazón estrujado. Pero ahora hay que decidir cómo vamos a seguir… no es una decisión sencilla y seguro tenés además de tus voces internas, al menos a tu pareja o persona de confianza y a tu médico dando las indicaciones. Lo más importante que te puedo proponer ahora es apagar ese ruido exterior e ir hacia adentro. Sé que cuesta. Justo en estos momentos querés una solución muy rápida que te saque de esta situación de falta, de no pude, de algo está fallando en mí porque (y es una creencia a desterrar) “todas pueden menos yo”. Primero cada una con nuestra historia, nuestro ritmo. Eso de que todas las personas de más o menos la misma edad tenemos que estar con las mismas situaciones manifestadas al mismo tiempo,  es tratarnos de robots. Eso de que las situaciones socialmente aceptadas son las que cuentan, es para desterrar también. Por ejemplo en mi caso “a los 30 debería tener casa, trabajo, marido, un hijo”… ¡¿Qué es eso?!, en esa sentencia a la frustración segura no hay mención de cómo me siento. A los 30 era insegura, dependía de la valoración de otros: familia, jefes.  No podía estar sola conmigo misma sin angustiarme, me sentía insuficiente. Todo eso no era reemplazado por el “puesto corporativo, el sueldo, el marido y la casa”. El bebé no entraba en mis planes. Por eso ahora antes de tomar el siguiente paso, el siguiente tratamiento con óvulos propios, donados, congelados, Ya, mañana . ¿Qué pasa si te tomás unos meses? (podés poner un plazo para calmar tu mente) para prepararte y conectar más con tu verdadero deseo, con tus mandatos que no estás cumpliendo.  Es eso lo que en mi humilde opinión lo que SI podemos hacer: crear las condiciones para que llegue nuestro bebé. Más allá de las relaciones o el tratamiento, que enfocan en la fecundación del óvulo por el espermatozoide.  Ya lo sabés porque el tratamiento no funcionó, hay un largo trecho entre fecundar un óvulo y la llegada de tu bebé. Y podés crear esas condiciones. No podés garantizar su llegada, o cuándo será pero si podés prepararte cómo si estuvieras poniendote a punto para recibir a tu bebé como vos sola sabés que te sentís cómoda en recibirlo. Aquí en una parte de este camino sinuoso es que te puedo acompañar y brindar caminos más cálidos, completos, complementarios. Como yo o como Mariela, o como Gabriela, o cómo Agustina, Noe, Maru, varias Rominas, Priscilias, Giselas. Todas somos vos, sólo que en distintos momentos del espiral del tiempo. Aquí te esperamos con los brazos abiertos. Cuando lo sientas, y tengas ganas de colaborar con tu cuerpo, mente y espíritu en pos de tu fertilidad, te espero en el kit fértil.  Hacé click aquí para sumarte y recibirlo de manera gratuita. Con amor, Jor

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Mi tratamiento no funcionó…. ¿ahora qué hago?

Mi tratamiento no funcionó…. ¿ahora qué hago? Siento un vacío… frustración y enojo… Pero ya quiero hacer algo nuevo. Muchas, pero muchas mujeres me escriben con esas situaciones. ¿Querés saber mi mirada? seguí leyéndome. Al final te doy una idea para que me sigas conociendo y empieces a aplicar algunas de mis propuestas. La verdad no lo voy a adornar. Ese resultado es una porquería, le pusiste toda la energía, todo el cuerpo y el alma al tratamiento, hasta tu ilusión te hizo ser un poquito desatenta con las probabilidades y pensaste que sí o sí salías embarazada, y ahora no funcionó!!!!! Lo primero que te digo es que te entiendo, estuve ahí, no hice fiv pero si muchos de baja complejidad y no funcionaron. No te voy a decir que el día del negativo o de “los embrioncitos se detuvieron” y la probable siguiente explicación “tus óvulos no son tan buenos” vas a poder estar positiva porque esas frases, TODAS, apestan.  Te habías imaginado ya tu bebé en tu panza, aunque quisieras ser escéptica. Pero si es lo  que más deseás, es probable que lo hayas imaginado y luego reprimido al son de “no tengo que ilusionarme”. Bueno acá tienes doble trabajo, aceptar que te ilusionaste, y luego aceptar la desilusión total.  Todo esto te va a consumir energía, te va a sacar del eje (toda la maternidad te aclaro, lo hace) pero hoy sé que tu foco es el positivo, y es lo único que te importa, lo sé. Lo segundo que te digo entonces es que dejes salir esa frustración, enojo, tristeza, desilusión, no la reprimas porque “podía ser una posibilidad” pero no era seguro. Porque dentro tuyo sí era seguro, con la ayuda de la tecnología de avanzada SI vendría el bebé. Cuando no viene caemos, caemos profundo. Y si no, lo más probable es que lo estemos tapando. Porque le pusimos todo a este evento del tratamiento, toda la carga de los meses o años que llevamos en la búsqueda. Y aquí te aliento: animate a abrazar ese desastre que sentís hoy. y te doy 3 razones para que te lo permitas: 1- No es para siempre, poco a poco cuando drene todo esto vas a recuperarte y poder seguir adelante con tu sueño. 2- No estás sola, les pasa a la mayoría (aprox 35% de embarazos en cada FIV en Argentina es la estadística, es decir 65 tratamientos de 100 terminan sin embarazo) 3- Aún pensando en el resultado del positivo y nada más, te conviene drenar ahora la desilusión para poder seguir adelante. Todo duelo que no se transita es un duelo encajonado y puede generar hasta síntomas físicos, ¡así que adelante! Y otra razón para que puedas estar más triste aún ( no les pasa a todas pero muchas mujeres que recibieron la noticia) El “hay 2 embrioncitos”…. los viven por dentro como sus bebés en curso. Puede ser dudoso y difícil de entender si no lo sentiste, lo sé pero acá no hago una polémica por el inicio de la vida, solo quiero dar lugar al sentir de cada una. Si vos lo viviste, podés tener este duelo también a cuestas. Y el batacazo final, si no te lo dijeron, lo más probable es que te eches la culpa del “fracaso”. ¿Angustiante no? Y si insistís en preguntar la causa, no importa lo que te puedan decir, lo más probable es que en tu mente sea por VOS…. Dolor, culpa y miedo a no poder la próxima. Cansancio físico, mental, emocional. Ganas de no ver, ni contarle a nadie, ganas de ser abrazada en silencio, ganas de llorar y gritar. Bueno, todo eso lo pasamos muchas y lo comprendemos. Las que no, ni cerca, como todas las etapas especiales de la vida, necesitamos rodearnos de quienes lo vivieron para que nos puedan comprender. YO lo comprendo y te doy la idea de que lo dejes circular y lo vivas con presencia, no corras al próximo destino aún para evitar sufrir porque lo estarás dejando bajo la alfombra.  Por hoy llego hasta acá porque tengo más para decir de lo que pensaba… en 2 semanas viene la nueva entrega de este blog y ahí hablaré más de cómo seguir adelante cuando ya pudiste reponerte de semejante vivencia que te hace sentir un paso más atrás.  Te veo la próxima: cuando entendés que ya sabés como es, ya podés elegir seguir así o tomar otro camino. Ya lo intentaste por esta vía al menos una vez, ya no tenés esa falta a cuestas. Ya podés animarte a cuidarte y aprender a expandirte para elegir con más consciencia la próxima y acá entran mis propuestas. Porque como en todo en mi vida, me gusta reflexionar pero luego pasar a la acción. Cuando lo sientas, y tengas ganas de colaborar con tu cuerpo, mente y espíritu en pos de tu fertilidad, te espero en el kit fértil.  Hacé click aquí para sumarte y recibirlo de manera gratuita. Con amor  Jor

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¿Congelo óvulos? ¿Me voy a Ovodonación? ¿Hago el rejuvenecimiento ovárico?

¿Qué hacer con mis óvulos? Querida Comunidad. Este mes estoy hablando mucho de los Ovarios. Les cuento, recibo aproximadamente 10 a 15 mensajes por día estos últimos meses diciendo cosas como: «Lo único que me sirve es la ovodonación», o  «me indicaron ovodonación pero no estoy segura».  Eso ocurre mucho hoy con las mujeres que ya empezaron con tratamientos,  y rondan los 40 años de edad. Y las afortunadas de menos de 35 (lo digo irónicamente porque no es mejor ni peor pero en el mundo de la reproducción marca un antes y un después con sus estadísticas) consultan y me preguntan por Congelar óvulos, «así me quedo tranquila….» o «porque no tengo pareja». Ahora también algunas ya me empezaron a consultar por el rejuvenecimiento ovárico que algunos centros están empezando a ofrecer. Todo apunta a nuestros ovarios y óvulos. Como si fuese lo único que se pone en juego en la formación de un nuevo ser humano. Pero bueno eso es materia de otros artículos. Quiero llevarnos a reflexionar colectivamente porque este no es un tema puntual de una o dos. Es una tendencia que vengo recibiendo. Lo que nos ofrecen son propuestas, opciones. Se basan en nuevas apuestas, investigaciones e inversiones de una industria que crece y por lo tanto sirven a ese objetivo. Las estadísticas dan que hay más probabilidad de embarazo con óvulos donados que con propios. La industria, y cada centro para ser calificado y rankeado necesita superar sus tasas de éxito. Cuanto más embarazos vs cantidad de tratamientos consiga, más arriba sale en el ranking y puede usarlo para promocionarse. Esos son negocios. Acá te muestro un ejemplo de esas estadísticas:  Tasas de embarazo por OVODONACIÓN Fuente Registro Argentino de Fertilidad Asistida RAFA – 2019 Tasa de Embarazo por FIV entre 40 y 45 años Explicame  ¿Qué pasa con las mujeres de menos de 35 del primer gráfico….? ¿no era que se embarazan más las más “jóvenes”? ¿Por qué hay más embarazos entre los 42 y 43 que entre los 41 y 42 si supuestamente la probabilidad va bajando con la edad? ¿Será que hay algo que las estadísticas NO pueden explicar? Te cuento por si no lo sabés: a mis 20s estudié Ciencias Económicas 6 años en 2 Universidades Nacionales y cursé y aprobé 4 niveles de estadística. No sé de medicina reproductiva pero sé leer estadísticas. Y ni siquiera me cierran del todo. Fijate mis preguntas más arriba. A mis 39 cuando me decían que haga una FIV para embarazarme antes de los 40 y decidí dejar de enforcarme en las estadísticas y enfocarme en encontrarme a mi misma. Pensé, “si no me embarazo  a los 39 y me embarazo a los 42 tanto no cambia”.  Si me dejaba llevar por las estadísticas estaba frita. Si me guiaba por ello lo ÚNICO que podía hacer era una fecundación in vitro. Yo no la necesité, pero transité un año de exploración sin garantías de mi nutrición, mi profesión, mis deseos, mis miedos, mi transgeneracional, la historia de mi gestación y nacimiento. Conocí y reactivé mi ciclicidad dormida. Comprendí mis ovarios y mi útero. Mi pelvis, mi respiración. Acepté ayuda, y luego me formé para compartirla. Mi hijo llegó cuando tenía que llegar, yo no sabía cuándo ni cómo pero sabía que estaba siendo quien quería ser para recibirlo. Lo que te quiero transmitir es: hacé lo que sientas hacer, no porque otro te dice que con ovodonación hay más probabilidad. No porque otro te dice que congeles óvulos para olvidarte hora de la maternidad y acordarte en 5 años. Elegí las técnicas reproductivas porque resuenan con vos y te dan paz. Yo te voy a acompañar si lo querés en tus dudas y elecciones. Pero primero tenés que ser tu mejor compañera. Las estadísticas sirven más a la industria para guiarla que a vos misma. A vos te sirve tu autoconocimiento. Cuidarte, Conocerte y pedir ayuda cuando sientas que no podés sola.  Y si querés seguir nutriéndote de información sobre estos temas, te quiero invitar a sumarte a mi Podcast en youtube que es nuevito y te pido que te suscribas al canal desde alli: En Youtube: https://youtube.com/playlist?list=PLqO-aUrv5_R2gtzl-fx0fLMYRHTTAMyRYEn Spotify: https://open.spotify.com/show/234Rfkbw5hLfHYwOYNaJ56 Un abrazo desde el corazón JOR

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Retomando el camino después de un tratamiento

¡Buenas! acá seguimos, ya pasaron más días desde el “no implantó” o “no evolucionaron los embrioncitos”. Ya nos animamos a sentir la frustración, el enojo, la tristeza.   Ya encaramos el duelo por los embrioncitos, por el endometrio forzosamente preparado para una gestación que no fue, por las proyecciones de fechas y signos de nuestros futuros hijos.   Ya se nos fue desinflamando el cuerpo y recuperando el tamaño de nuestro corazón estrujado.   Pero ahora hay que decidir cómo vamos a seguir… no es una decisión sencilla y seguro tenés además de tus voces internas, al menos a tu pareja o persona de confianza y a tu médico dando las indicaciones.   Lo más importante que te puedo proponer ahora es apagar ese ruido exterior e ir hacia adentro. Sé que cuesta. Justo en estos momentos querés una solución muy rápida que te saque de esta situación de falta, de no pude, de algo está fallando en mí porque (y es una creencia a desterrar) “todas pueden menos yo”.   Primero cada una con nuestra historia, nuestro ritmo. Eso de que todas las personas de más o menos la misma edad tenemos que estar con las mismas situaciones manifestadas al mismo tiempo,  es tratarnos de robots. Eso de que las situaciones socialmente aceptadas son las que cuentan, es para desterrar también.   Por ejemplo en mi caso “a los 30 debería tener casa, trabajo, marido, un hijo”… ¡¿Qué es eso?!, en esa sentencia a la frustración segura no hay mención de cómo me siento. A los 30 era insegura, dependía de la valoración de otros: familia, jefes.  No podía estar sola conmigo misma sin angustiarme, me sentía insuficiente. Todo eso no era reemplazado por el “puesto corporativo, el sueldo, el marido y la casa”. El bebé no entraba en mis planes.   Por eso ahora antes de tomar el siguiente paso, el siguiente tratamiento con óvulos propios, donados, congelados, Ya, mañana . ¿Qué pasa si te tomás unos meses? (podés poner un plazo para calmar tu mente) para prepararte y conectar más con tu verdadero deseo, con tus mandatos que no estás cumpliendo.  ¿Qué pasa si te empezas a preparar haciendo un Plan Preconcepcional? Si empezás a conectar con una red de contención con personas que SI estuvieron en tu misma situación. ¿Qué pasa si conectás con tu centro creador (útero,  trompas, ovarios, suelo pélvico en general) y liberas el enojo y hacés espacio?  ¿Qué pasa si te enfocás unos meses en nutri tu cuerpo, cambiar tu energía, para ser la mujer que querés ser cuando seas mamá? Es eso lo que en mi humilde opinión lo que SI podemos hacer: crear las condiciones para que llegue nuestro bebé. Más allá de las relaciones o el tratamiento, que enfocan en la fecundación del óvulo por el espermatozoide.    Ya lo sabés porque el tratamiento no funcionó, hay un largo trecho entre fecundar un óvulo y la llegada de tu bebé. Y podés crear esas condiciones. No podés garantizar su llegada, o cuándo será pero si podés prepararte cómo si estuvieras poniendote a punto para recibir a tu bebé como vos sola sabés que te sentís cómoda en recibirlo.   Aquí en una parte de este camino sinuoso es que te puedo acompañar y brindar caminos más cálidos, completos, complementarios.   Como yo o como Mariela, o como Gabriela, o cómo Agustina, Noe, Maru, varias Rominas, Priscilias, Giselas. Todas somos vos, sólo que en distintos momentos del espiral del tiempo. Aquí te esperamos con los brazos abiertos.   Si querés saber más tocá el siguiente link: Quiero saber más sobre cómo me pueden acompañar.      

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Mi tratamiento no funcionó…. ¿ahora qué hago?

Mi tratamiento no funcionó…. ¿ahora qué hago? Siento un vacío… frustración y enojo.  Pero ya quiero hacer algo nuevo Muchas, pero muchas mujeres me escriben con esas situaciones. ¿Querés saber mi mirada? seguí leyéndome. Al final te doy una idea para que me sigas conociendo y empieces a aplicar algunas de mis propuestas. La verdad no lo voy a adornar. Ese resultado es una porquería, le pusiste toda la energía, todo el cuerpo y el alma al tratamiento, hasta tu ilusión te hizo ser un poquito desatenta con las probabilidades y pensaste que sí o sí salías embarazada, y ahora no funcionó!!!!! Lo primero que te digo es que te entiendo, estuve ahí, no hice fiv pero si muchos de baja complejidad y no funcionaron. No te voy a decir que el día del negativo o de “los embrioncitos se detuvieron” y la probable siguiente explicación “tus óvulos no son tan buenos” vas a poder estar positiva porque esas frases, TODAS, apestan.  Te habías imaginado ya tu bebé en tu panza, aunque quisieras ser escéptica. Pero si es lo  que más deseás, es probable que lo hayas imaginado y luego reprimido al son de “no tengo que ilusionarme”. Bueno acá tienes doble trabajo, aceptar que te ilusionaste, y luego aceptar la desilusión total.  Todo esto te va a consumir energía, te va a sacar del eje (toda la maternidad te aclaro, lo hace) pero hoy sé que tu foco es el positivo, y es lo único que te importa, lo sé. Lo segundo que te digo entonces es que dejes salir esa frustración, enojo, tristeza, desilusión, no la reprimas porque “podía ser una posibilidad” pero no era seguro. Porque dentro tuyo sí era seguro, con la ayuda de la tecnología de avanzada SI vendría el bebé. Cuando no viene caemos, caemos profundo. Y si no, lo más probable es que lo estemos tapando. Porque le pusimos todo a este evento del tratamiento, toda la carga de los meses o años que llevamos en la búsqueda. Y aquí te aliento: animate a abrazar ese desastre que sentís hoy. y te doy 3 razones para que te lo permitas: 1- No es para siempre, poco a poco cuando drene todo esto vas a recuperarte y poder seguir adelante con tu sueño. 2- No estás sola, les pasa a la mayoría (aprox 35% de embarazos en cada FIV en Argentina es la estadística, es decir 65 tratamientos de 100 terminan sin embarazo) 3- Aún pensando en el resultado del positivo y nada más, te conviene drenar ahora la desilusión para poder seguir adelante. Todo duelo que no se transita es un duelo encajonado y puede generar hasta síntomas físicos, ¡así que adelante! Y otra razón para que puedas estar más triste aún ( no les pasa a todas pero muchas mujeres que recibieron la noticia) El “hay 2 embrioncitos”…. los viven por dentro como sus bebés en curso. Puede ser dudoso y difícil de entender si no lo sentiste, lo sé pero acá no hago una polémica por el inicio de la vida, solo quiero dar lugar al sentir de cada una. Si vos lo viviste, podés tener este duelo también a cuestas. Y el batacazo final, si no te lo dijeron, lo más probable es que te eches la culpa del “fracaso”. ¿Angustiante no? Y si insistís en preguntar la causa, no importa lo que te puedan decir, lo más probable es que en tu mente sea por VOS…. Dolor, culpa y miedo a no poder la próxima. Cansancio físico, mental, emocional. Ganas de no ver, ni contarle a nadie, ganas de ser abrazada en silencio, ganas de llorar y gritar. Bueno, todo eso lo pasamos muchas y lo comprendemos. Las que no, ni cerca, como todas las etapas especiales de la vida, necesitamos rodearnos de quienes lo vivieron para que nos puedan comprender. YO lo comprendo y te doy la idea de que lo dejes circular y lo vivas con presencia, no corras al próximo destino aún para evitar sufrir porque lo estarás dejando bajo la alfombra.  Por hoy llego hasta acá porque tengo más para decir de lo que pensaba… en 2 semanas viene la nueva entrega de este blog y ahí hablaré más de cómo seguir adelante cuando ya pudiste reponerte de semejante vivencia que te hace sentir un paso más atrás.  Te veo la próxima: cuando entendés que ya sabés como es, ya podés elegir seguir así o tomar otro camino. Ya lo intentaste por esta vía al menos una vez, ya no tenés esa falta a cuestas. Ya podés animarte a cuidarte y aprender a expandirte para elegir con más consciencia la próxima y acá entran mis propuestas. Porque como en todo en mi vida, me gusta reflexionar pero luego pasar a la acción. Cuando lo sientas, y tengas ganas de colaborar con tu cuerpo, mente y espíritu en pos de tu fertilidad, te espero en el kit fértil.  SI quiero recibir mi kit fértil. Con amor  Jor

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Cómo hice para Confiar en Mi Fertilidad?

En el 2013 por una pregunta/ propuesta de mi pareja me cayó la ficha de que SI quería ser mama. A mis 35 años. 4 años después llegó el primer y ùnico test de embarazo positivo de mi vida. Creo que me hice 25 por lo menos… toda una vida dedicada a la anticoncepción con mucha eficiencia. Cómo hice para Confiar en Mi Fertilidad? La verdad empecé desde la ignorancia, desde la desconfianza. Te cuento un poco de mi historia…. Comencé la búsqueda de un hijo con mi pareja cuando tenía 35 años y luego de más de 15 de tomar anticonceptivos orales. A los 4 meses tenía períodos irregulares y me auto decreté internamente con “problemas para concebir”. Recurrí a mi lugar conocido, la medicina alopática, la del médico de guardapolvo sentado en un lado del escritorio con matrícula habilitante y recetario en mano. Pedí referencias y recomendaciones y nos encausamos al centro de “fertilidad”. Allí me indicaron todos los estudios que teníamos que hacer para evaluar nuestra fertilidad, pero ya con un previo diagnostico mío de “SOP” -síndrome de ovario poliquístico – hereditario. Un hito y la segunda médica de reproducción asistida que consulté me hicieron un click interior que agradezco infinitamente: Luego de tres meses de tratamiento solo hormonal y relaciones sexuales pautadas fallidas, me propuso de un día para el otro “hacer la inseminación”. La inseminación artificial (¿qué feo suena, no?) Consiste en preparar hormonalmente a la mujer una vez que está por ovular, procurar la ovulación con una inyección y extraer del hombre una muestra de esperma que se inyecta en la vagina de la mujer en un consultorio esperando que se ayude así a producir la fecundación del ovulo por un espermatozoide, dentro de la trompa uterina de la mujer. En esa consulta médica estaba yo sola con la doctora, mi pareja de viaje. Me dio un mundo de datos en dos minutos y me dijo que lo hablara con él para tomar la decisión. No retuve casi nada y no sabía qué hacer ni qué pensar. Pero como tenía que decidir ese día, le pedí que ella me recomendara y los pasos eran: hoy tener relaciones sexuales, mañana inyección en la panza, pasado muestra de semen, al laboratorio, y yo 2 litros de líquido y al consultorio a inseminar con la muestra “centrifugada”. En ese momento era tal mi nivel de ansiedad que no atiné a más que a decirle a la Doc.: “yo no puedo decidir si lo hago o no, no sé si sirve o no, decime vos, y mi marido menos, solo tendrá la información que yo le de”. Llegó el a la noche, cansado le planteé todo muy ansiosa, él no tenía muchas ganas de hacer todo lo que me habían recetado pero me acompañó, imaginen esa noche el deseo y la libido por donde la teníamos… por las catacumbas… yo no pude dormir las 2 siguientes noches, y bueno hicimos todo como una tarea de colegio. Pero el procedimiento que era muy rápido en teoría dentro del consultorio no lo fue tanto y la doctora me dijo ahí mismo que había algo obstruyendo en mi cuello uterino. Y en ese mismo acto donde estábamos generando la posibilidad de una concepción me explicó el estudio/intervención que tenía que hacerme si no funcionaba. Ahí ya me chocó, pensé que no tenía sentido que me estuviera diciendo eso en ese momento cuando por ahí me embarazaba, ¿por qué no esperar? Y la espera fue larga y amarga, tal cual lo dicen todos los blogs en los que una se mete para encontrar gente con las mismas inquietudes. Luego de la inseminación se espera por dos semanas y se hace un análisis de sangre, salvo que antes aparezca la menstruación. A este tiempo se le denomina la famosa “beta espera” que te da una ansiedad que mamita querida. Pero nosotros no llegamos al análisis de sangre, un día antes de ir a la doctora después de las dos semanas llegó la tan temida “menstruación”. En este sinuoso pero rico proceso aprendí que realmente las palabras con las que nombramos cada suceso ya lo está condicionando. No es lo mismo decir “estoy indispuesta” a decir “estoy con mi luna”, como lo dice la ginecología natural. Estar in dispuesta es NO estar dispuesta. Estar con mi luna, primero indica que me apropio del proceso y luego que es un hecho de la naturaleza, y de la naturaleza femenina, ya que la Luna es el astro arquetipo de lo femenino. No es lo mismo decir “soy estéril” a decir “estoy en un proceso de preconcepción” A veces nos tiramos muy abajo las mujeres y esto nos juega en contra. Pero nunca es tarde para desandar ese camino y construir uno nuevo, donde nos amiguemos con nuestra naturaleza y nuestros procesos internos. Retomando mi historia, el día “D” fue el día en que volvimos a la doctora después del tratamiento “fracasado”. Ella nos explicó de nuevo el estudio en quirófano que me quería hacer, por pedido mío ya que no recordaba nada de todo lo que me había explicado en el mismo momento de hacer la inseminación. También, apurada como antes me dijo “ya te doy turno para este viernes, hace estos estudios A, B. C mañana y venís al quirófano el viernes”. Mi cara fue tan expresiva que ella misma me consultó si no estaba queriendo hacerlo. Y me sinceré conmigo y le dije que NO, que no tenía ganas. La verdad tampoco habría querido hacer la inseminación ni todos sus pasos pero no me había atrevido ni siquiera a pensarlo. Hoy entiendo que cuando las mujeres nos metemos en esa vorágine de los tratamientos necesarios para que llegue un hijo muchas veces dejamos de preguntarnos por nuestro deseo, por nuestras ganas porque consideramos que tenemos que hacer todo el sacrificio posible para ser mamás. Entonces recuerdo cómo salimos del consultorio y algo se me hizo más liviano en el cuerpo, y le explique

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