Nidra Mater

Tag: fertilidad consciente

Poner las hormonas a tu favor

Leelo en voz alta “pongo mis hormonas a mi favor”.  ¿Suena lindo decirlo, verdad?  Pero ¿qué significa? Voy a darte el marco para que entiendas desde donde te hablaré: Me voy a enfocar en las hormonas de la ciclicidad, sexualidad y fertilidad femenina.  Escribo desde un punto de vista fáctico, porque como ya sabés no soy científica. Pero si te puedo contar que: Durante 19 años desactivé mi ciclo ovulatorio por indicación médica a los 16 años y sin saber qué implicaba. Porque mis análisis de laboratorio daban resultados que por años me encasillaron con “síndrome de ovario poliquístico” Porque cuando me precupé sobre el tema porque no quedaba embarazada (a mis 35)  me dijeron que no tenía solución, pero leí mucho sobre hormonas y ciclicidad, y lo mejor, lo pude poner en práctica.  Antes me decían “tenés SoP” y  “sos esteril” y ahora me dicen “cuidado que sos muy fértil” y tengo 45 años. Hoy sé en qué fase estoy, cuándo mis hormonas están reguladas y cuando no. Lejos estoy de poder estar al 100% al servicio del cuidado de mi cuerpo, pero sé qué me hace bien en cada etapa, para qué estoy y para qué no. A veces puedo atenderlo, a veces no. Pero estoy en paz porque lo sé y me puedo hacer cargo. Así que este es un artículo para esta puesta en práctica. Primero reflexionemos sobre qué significa “poner a mi favor” Si mis hormonas son parte mío, ¡¿cómo podrían estar “en mi contra”?!! Claro… si es posible!! porque cada vez que siento que deseo algo y no llega, me doy cuenta que hay una incoherencia dentro mío, como que por ahí parte de mi mente racional dice “quiero esto” pero la parte de mi mente a la que no puedo acceder con el pensamiento racional, y la que genera los químicos en mi cerebro que dan las órdenes a las glándulas, puede estar transmitiendo una información diferente. Entonces de lo que se trata todo esto en definitiva es de estar en coherencia interna, pensar y sentir en la misma dirección, para que el cuerpo pueda desencadenar los químicos que vayan en este sentido. Hablando entonces de lo que te trae por esta comunidad, te dejo finalmente espero reflexionando sobre algunos temas, y luego con unas propuestas prácticas. 1-Conocé a fondo tu ciclo ovulatorio La información es poder. No nos han enseñado a conocer en profundidad nuestro ciclo, en general solo sabemos “me viene cada…” “me duele” “soy regular”. Más allá de la duración hay tantas cosas más importantes… nuestras hormonas, órganos y su interrelación encierran poder. El poder de conocernos y lidiar con las cuatro mujeres que somos en cada ciclo. Te recomiendo fuertemente y más frente a la maternidad deseada y posible que empieces por la base biológica, el ABC de la fertilidad femenina.  Si ya hiciste tratamientos y te sentís grande, debo decirte que yo me sentí así en su momento. En un círculo aprendiendo qué podía tener que ver la luna con mi ciclo ausente frente a chicas 10 años más jóvenes que yo. No importa…. lo que ya pasó pasó. Lo importa es lo que SI podes hacer hoy por vos misma, tu cuidado y tu salud reproductiva. Que es mucho más de lo que creés seguramente…. 2-Respetá tus necesidades Una vez que conoces tus energías y necesidades propias de cada fase y de tu forma particular de vivirlas, escuchalas. En mi caso al menos, muchas veces paso por alto lo que me sucede en las fases introspectivas, porque me siento más identificada con las expansivas, las de más actividad intelectual y exterior. Pero cuando me escucho y les doy lugar, con un poquito de descanso y ser amorosa conmigo en esos momentos, lo paso mejor y afloran cuestiones interesantísimas que en otros momentos están en sombras.  También de esta manera puedo detectar la necesidad de ajustes. Ejemplo: cuando como muchas harinas refinadas por procesos de angustia en la fase premenstrual, sé que me siento inflamada. Si puedo estar presente hago el ajuste y cede la inflamación y descanso mejor. Probá y contame! 3-Sé activa con el cuidado de tu cuerpo Con esto no solo me refiero a elegir algún tipo de actividad física que te guste (fundamental para mantenerla en el tiempo). Puede ser algo no tan estético pero que por dentro te de motivación y vitalidad y eso vale.  También me refiero a estar más atenta, en registro de las sensaciones físicas. Toda emoción recorre el cuerpo. No hay emociones buenas o malas, hay fáciles y difíciles pero todas son válidas y nos dan una información. El problema es rechazarlas tanto que perdemos el registro, el problema es negarlas. Por eso emociones y cuerpo están estrechamente ligadas. Cuidando uno, respetas las otras.

LEER POST

Retomando el camino después de un tratamiento

¡Buenas! acá seguimos, ya pasaron más días desde el “no implantó” o “no evolucionaron los embrioncitos”. Ya nos animamos a sentir la frustración, el enojo, la tristeza.   Ya encaramos el duelo por los embrioncitos, por el endometrio forzosamente preparado para una gestación que no fue, por las proyecciones de fechas y signos de nuestros futuros hijos.   Ya se nos fue desinflamando el cuerpo y recuperando el tamaño de nuestro corazón estrujado.   Pero ahora hay que decidir cómo vamos a seguir… no es una decisión sencilla y seguro tenés además de tus voces internas, al menos a tu pareja o persona de confianza y a tu médico dando las indicaciones.   Lo más importante que te puedo proponer ahora es apagar ese ruido exterior e ir hacia adentro. Sé que cuesta. Justo en estos momentos querés una solución muy rápida que te saque de esta situación de falta, de no pude, de algo está fallando en mí porque (y es una creencia a desterrar) “todas pueden menos yo”.   Primero cada una con nuestra historia, nuestro ritmo. Eso de que todas las personas de más o menos la misma edad tenemos que estar con las mismas situaciones manifestadas al mismo tiempo,  es tratarnos de robots. Eso de que las situaciones socialmente aceptadas son las que cuentan, es para desterrar también.   Por ejemplo en mi caso “a los 30 debería tener casa, trabajo, marido, un hijo”… ¡¿Qué es eso?!, en esa sentencia a la frustración segura no hay mención de cómo me siento. A los 30 era insegura, dependía de la valoración de otros: familia, jefes.  No podía estar sola conmigo misma sin angustiarme, me sentía insuficiente. Todo eso no era reemplazado por el “puesto corporativo, el sueldo, el marido y la casa”. El bebé no entraba en mis planes.   Por eso ahora antes de tomar el siguiente paso, el siguiente tratamiento con óvulos propios, donados, congelados, Ya, mañana . ¿Qué pasa si te tomás unos meses? (podés poner un plazo para calmar tu mente) para prepararte y conectar más con tu verdadero deseo, con tus mandatos que no estás cumpliendo.  ¿Qué pasa si te empezas a preparar haciendo un Plan Preconcepcional? Si empezás a conectar con una red de contención con personas que SI estuvieron en tu misma situación. ¿Qué pasa si conectás con tu centro creador (útero,  trompas, ovarios, suelo pélvico en general) y liberas el enojo y hacés espacio?  ¿Qué pasa si te enfocás unos meses en nutri tu cuerpo, cambiar tu energía, para ser la mujer que querés ser cuando seas mamá? Es eso lo que en mi humilde opinión lo que SI podemos hacer: crear las condiciones para que llegue nuestro bebé. Más allá de las relaciones o el tratamiento, que enfocan en la fecundación del óvulo por el espermatozoide.    Ya lo sabés porque el tratamiento no funcionó, hay un largo trecho entre fecundar un óvulo y la llegada de tu bebé. Y podés crear esas condiciones. No podés garantizar su llegada, o cuándo será pero si podés prepararte cómo si estuvieras poniendote a punto para recibir a tu bebé como vos sola sabés que te sentís cómoda en recibirlo.   Aquí en una parte de este camino sinuoso es que te puedo acompañar y brindar caminos más cálidos, completos, complementarios.   Como yo o como Mariela, o como Gabriela, o cómo Agustina, Noe, Maru, varias Rominas, Priscilias, Giselas. Todas somos vos, sólo que en distintos momentos del espiral del tiempo. Aquí te esperamos con los brazos abiertos.   Si querés saber más tocá el siguiente link: Quiero saber más sobre cómo me pueden acompañar.      

LEER POST

El último ticket

Este artículo va desde una anécdota que compartieron anoche 2 amigos. Se llama “El último ticket!” Parece que no tendría nada que ver con la Fertilidad, ¡pero te juro que si!  Durante la madrugada me desvelé y me puse a pensar cuánto tenía de sentido esta experiencia del último ticket con mi llegada a la maternidad, ¿y por qué no?  ¡tal vez sea así  la tuya! Vamos con la anécdota. ¡Leeme hasta el final para entender por qué te lo cuento! Un amigo le cuenta al otro que la semana pasada tuvo la oportunidad de escuchar en Amsterdam en el teatro más famoso y prestigioso (simil nuestro Teatro Colón) a una orquesta sinfónica con la 5ta de Gustav Mahler . Realmente estaba fascinado, había quedado feliz. Nos cuenta que justo el último día de su viaje se acerca y le cuentan en boletería lo que estaban por dar y le dicen “queda el último ticket” . Lo compra sobre la hora de ingreso. Se acerca a un acceso y le dicen: “te equivocaste de puerta, y no creo que llegues antes de que cierren la correcta”. En esos lugares son muy estrictos para que haya total silencio durante la performance, pero él no se dio por vencido… en definitiva ¡había conseguido el último ticket! Recorre la fila y piensa que “¡Como por milagro se ve que se atrasó unos minutos y pude entrar!. Escuché la mejor interpretación del compositor, mejor que lo que había escuchado toda mi vida.”  El otro amigo asiente y recuerda… y cuenta su anécdota del “último ticket”. Cuenta que estuvo una vez en Chicago y vió que en un teatro pequeño estaría Björk (antes de ser tan famosa). Nos explica que muy entusiasta se acerca al teatro y que hay un cartel de “sold out” o sea “agotado”. Explica que, muy propio de un argentino, piensa que lo va a resolver hablando y pidiendo ingresar al vigilante que cuidaba el acceso.  El señor de la entrada le dice que se retire porque estaba todo completo. Osea le dice “ya no hay alternativa” te quedaste sin entradas!!!. Pero él tenía muchísimas ganas de escuchar esa cantante y confía en que si se queda un rato más podría pasar algo que le permitiera el acceso. Cuenta que junto con él había otras 2 personas más en la misma situación. Y al ratito sale alguien de la sala con un ticket en la mano diciendo que le sobra, si alguien lo quiere comprar. Las 3 personas en la misma situación lo querían, entonces el desconocido portador del ticket decide resolverlo a través de una adivinanza: “el que adivina primero un número del 1 al 10 le vendo el ticket!.” Nos cuenta que confía en su buena suerte y que pasan 3 rondas y habiendo estado en el último lugar como jugador (osea habían pasado por casi todos los nros disponibles) y él era el último en arriesgar, logra adivinar y así consigue el “último Ticket”. Finalmente ingresa super contento con el logro, piensa “menos mal que me quedé y que vine”. Disfruta el recital, muy bien ubicado y logra cumplir su deseo. Tal vez ya fuiste captando qué te quiero decir con  todo esto, o por ahi para nada jaja pero te cuento cómo lo relaciono conmigo y con la llegada de mi hijito tan deseado:  En estas dos historias hay una multiplicidad de desenlaces posibles de acuerdo a las decisiones que cada uno de los amigos fue tomando. Otras miles de decisiones plasmadas en acciones hubieran hecho que ellos hubieran aceptado el “no hay más tickets” o “no voy a llegar a tiempo”. Y se hubieran quedado sin la experiencia que recibieron. La base de las decisiones son pensamientos y emociones, y por detrás de ellos hay creencias sobre cómo es el mundo. Ambos confiaron en que sí lo lograrían, a pesar que otras personas con cierto poder sobre lo que querían lograr (podían venderles los tickets que les darían o no el acceso a los conciertos) les dijeron que NO podrían. ¿Sabés qué? yo estuve años cambiando de médico porque “no me daban confianza”. ¿Sabés qué pasaba?, no recibía confianza porque YO no confiaba en mi propia capacidad. Pero cuando lo conseguí, estuve ahí para recibir a mi bebé. Ellos podrían haberse dado por vencidos ante las negativas recibidas, pero no lo hicieron. Muchas veces me cuentan las mujeres desahuciadas “me dijeron que no tengo chances”  o “mis óvulos no sirven” ¿Qué hubiera pasado  si los amigos se quedaban con las malas noticias? No las ignoraron solo que fueron por sus sueños. No es posible saber el futuro pero SI es posible crear las condiciones para atraer lo que deseamos. Eso hicieron los amigos.  Hoy SI podés ir por tus sueños, y la manera en la que creo es CREAR las condiciones para que se habilite desde vos la llegada de eso que NO SABEMOS cómo ni cuándo va a llegar. Las probabilidades existen pero no tenés por qué dejar de lado tus sueños porque alguien  de afuera te dice “no hay más posibilidades”. Entonces si esas palabras resuenan con vos, eso si lo podés CAMBIAR. Y por último y no menos importante, lo mejor de todo es que esas experiencias se valoran mucho más que lo que llega rápido y con facilidad. Así que ya tenemos una ventaja: cuando se cumpla tu sueño tendrás ímpetu para festejar por partida doble. Cómo los amigos, que fueron a miles de conciertos, pero esos que llegaron contra las probabilidades, fueron los más disfrutados. Y vos….te sentís como los amigos? o te hubieras vuelto al hotel cabizbaja diciendo “cómo perdí el tiempo, tendría que haber salido antes”. o “siempre me pasa lo mismo, no tengo suerte, esto no será para mi” ¡Si te resuena y llegaste hasta acá mandame un mensaje y contame! ¡Te leo!.    

LEER POST

Las 4 Actitudes de la Fertilidad Consciente

La FERTILIDAD es la conexión con nuestra capacidad creadora, crear vida dentro nuestro para luego poder manifestarla en el mundo exterior. Desde esta mirada, recibir hijos es una de sus manifestaciones pero no la única. Más adelante te contaré entonces cómo activar esta capacidad en sentido amplio, y en el sentido de la reproducción humana, de manera natural. La fertilidad enfocada en recibir hijos desde mi punto de vista es un proceso en el que la persona se conecta con su poder interior, sus posibilidades, y se integra registrando deseos, miedos y todos los aspectos corporales, mentales y espirituales que se ponen en juego al querer convertirse en mamá o papá. Este proceso es uno de los más importantes en la vida ya que es el inicio del camino orientado a acompañar a otra persona a desarrollarse desde cero y por lo tanto vale la pena prepararnos y convertirnos en nuestra mejor versión para ello.   En general en la sociedad moderna no registramos este proceso hasta que tenemos problemas para concebir, lamentablemente cada vez con mayor frecuencia.  La buena noticia es que para el abordaje de la Fertilidad consciente que construyo hace 9 años desde mi propia historia, podemos hacer mucho para mejorar nuestra fertilidad.  La propuesta es centrarnos y orientar nuestra inversión de tiempo, dinero y energías a estar saludables y receptivos para propiciar la llegada de un hijo.  El ejemplo más claro de estas herramientas es la nutrición. Siguiendo el camino de lo que llamamos la “nutrición fértil” nos preparamos para que todo nuestro organismo esté en sus mejores condiciones para la recepción de un hijo, ¿Cómo?  Mejorando a través de hábitos alimenticios, la calidad de nuestras células en general y en particular las germinales (óvulos y espermatozoides), el endometrio (útero) que será el primer «hogar» de nuestro hijo, como así también la capacidad de nuestro organismo de adaptarse a las numerosas transformaciones que implica una gestación.  Así como ésta, hay muchas otras herramientas para explorar. Cabe destacar que todas requieren nuestro compromiso de trabajo interno y lo más importante, no tienen contraindicaciones. Te cuento mi primer secreto: eso hice yo cuando no conocía nada de esto y solo había ido como a 4 centros de fertilidad y cada vez me sentía mas lejos de mi objetivo: me abri a otras propuestas, empezaron a llegar y cada vez que iba a probar una, me preguntaba “esto me puede hacer mal”? esta persona me transmite amor? SI entonces iba con confianza y todo me hacía bien! Me empece a sentir cada vez mejor. En general en la sociedad actual no nos cuestionamos cuando invertimos años de nuestras vidas para estudiar una profesión que ejerceremos 30/35 años, pero no queremos asignar tiempo en prepararnos para gestar y acompañar a un ser que tendrá una expectativa de 90 aproximadamente y que nos dará la profesión de por vida más difícil y comprometida (ser mamás o papás).  Así queremos que en 10 minutos nuestro “plan” de ser mamás y papás se concrete y nos frustramos cuando el bebé no llega en el primer mes de “dejar de cuidarnos” y buscamos soluciones “rápidas”.  Según la fertilidad consciente traemos a la luz nuestros procesos internos e invertimos  nuestras energías en prepararnos para ser mamás y papás sea cual sea la forma que elijamos o necesitemos para que se produzca la concepción: natural, reproducción asistida, adopción y las múltiples formas de ma-paternar posibles. Podemos hablar ahora de hábitos y estilos de vida que contribuyen a crear un ámbito propicio para la llegada de un hijo con salud y bienestar que llamo “Pilares de la Fertilidad Consciente”. Pilar 1: Las actitudes Fértiles Integrarnos: Consiste en explorar y reconocer qué creencias, deseos, miedos, hábitos, están detrás del proceso de la “búsqueda” de un hijo e integrarlos al proceso, buscar ayuda si es necesario. Si solo nos centramos en el sistema reproductor estaremos dejando de lado todo lo que somos y que puede traernos por bloqueos inconscientes. Un ejemplo de esto es revisar con biodecodificación o constelaciones qué historias en nuestra llagada al mundo o nuestra familia están vinculadas a la maternidad-hijos-nacimientos que pueden estarnos dando la información de manera inconsciente de que NO es bueno para nosotros repetir esas historias y por lo tanto, las evitamos para protegernos.  Empoderarnos: el proceso de la fertilidad es interno y es propio. Nos conocemos, amamamos u odiamos nosotros mismos y por lo tanto podemos activar nuestra medicina interior. Los otros y la ciencia son herramientas que podemos usar cuándo y cómo lo necesite cada uno. Desde este punto de vista la propuesta es centrarnos en reconocer nuestro ritmo interno, nuestros ciclos, y transformar lo que sea necesario para que estén disponibles para la fertilidad. Ejemplo de esto es en las mujeres conocer profundamente nuestro ciclo femenino, la base biológica de la fertilidad. Conectar con la propia capacidad: A menudo cuando depositamos en otros (como los médicos) el poder sobre nuestro proceso de fertilidad perdemos confianza en nuestra propia capacidad creativa y la abandonamos. Cuando tenemos alrededor de 40 años a las mujeres nos dicen que estamos “viejas” para ser mamás y perdemos la confianza. Lo mismo si hay indicadores en estudios médicos que nos indican “bajas probabilidades” como la hormona “antimuleriana baja”. La propuesta es conectar con lo que SI tenemos, nuestra capacidad de crear vida. Puede ser a través de actividades artísticas o contacto con la naturaleza que podemos sentir el poder creador en nosotras y eso expandirlo a propio cuerpo. Enfocar en el placer: incluye dejar de enfocarnos en el sacrificio que tenemos que hacer para ser mamás-papás. Intentar “concebir” el día de la ovulación es una frustración segura y es muy probable que no lo logremos de esta manera si aún no lo hicimos. Así el foco del proceso buscaremos direccionarlo a encontrar más momentos de placer personales y de la pareja (entendiendo que el placer se trata de bienestar y por lo tanto de salud). Un ejemplo concreto es poner en agenda una actividad diaria

LEER POST

3 mitos sobre edad y fertilidad

Mito 1: se me acaba el tiempo  El reloj sigue su curso y no para, pero mi actitud interna frente a ello es lo que cuenta. Si estás en modo “se me acaba el tiempo” (como estuve yo por 3 años) estás en modo anticonceptivo. Ningún cuerpo SANO va a activar funciones secundarias como la reproducción  en estado de “se me acaba el tiempo” que es un estado de supervivencia Mito 2 me tengo que apurar Como el conejo de Alicia en el pais de las maravillas, las mujeres que queremos ser mamás cerca de los 40 estamos corriendo para evitar lo inevitable. A mi me decía una médica de Fertilidad “tenés que ser mamá antes de los 40”. Se pasaban los dias, los meses, los ciclos de estimulación y no llegaba. La ansiedad que esto despierta es tan grande…. y saben qué esto también es muy anticonceptivo. El modo “corré que te queda poco tiempo” es igual que en el mito 2. Y muchas salimos mes tras mes a hacernos estudios y meternos hormonas. A hacer la mayor cantidad de tratamientos posibles. Hoy en nidra mater que hacemos talleres online de transformaciòn para la fertilidad me llegan mensajes como “llamame es urgente”. Ser mamás es para toda la vida, es un proyecto a largo plazo. Prepararse para ello es un camino de transformación, no puede ser una urgencia. Si estamos en modo urgencia estamos por morir y por lo tanto NO estamos propicias para concebir, gestar, parir y criar. Mito 3: ¿cómo querés recibir a tu futuro hijo? Más allá de todo lo que YO te pueda transmitir desde mi experiencia en busca de la maternidad y ayudando a mujeres a conseguirlo desde hace más de 6 años, quiero proponerte que sientas, pienses y escribas como vos querés ser para recibir un hijo HOY. Cómo te querés sentir, qué pensamientos y emociones querés tener. Cómo te imaginas siendo como mamá desde el deseo más genuino y amoroso. Luego de esto preguntate si podés ser de esa manera estando apurada y queriendo que ocurra YA no importa cómo estés pasando el proceso, no importa tu sentir, tu ritmo? O si importan y mucho. Más  que correr para llegar a concebir sería concebirte nuevamente, maternarte para maternar a otros. Y esto mi querida requiere el tiempo que sea para cada una. Para algunas mucho más que lo que deseamos, para otras mucho menos. No hay una medida estándar para esto. Es tu tiempo y el de tu futuro hijo el que está en juego. Te deseo de corazón encuentres tu ritmo, tu tiempo. te mimes en el proceso y puedas decirle FUERA a todos esos pensamientos lapidarios sobre tus posibilidades, sobre que se te acaba el tiempo. Con amor Jor

LEER POST

Ser receptivas para concebir

“Concebir un hijo es un acto receptivo, no un maratón que se puede programar dentro de la agenda diaria. Varios estudios indican que la atención excesiva al objetivo de tener un hijo podría ser causa de una maduración prematura de los óvulos dentro del ovario con la subsiguiente liberación de óvulos no preparados para ser fecundados” Dra Christiane Northrup en “Cuerpo de Mujer Sabiduría de Mujer” año 2000 En el artículo anterior te prometí hablar un poco más sobre esta tendencia que podemos tener algunas mujeres a tener muy activa la energía masculina y que esto puede tener que ver con el motivo de la NO llegada de nuestro embarazo. Aún cuando no es ninguna enfermedad y nuestras vidas pueden llegar a resultarnos funcionales para nuestras creencias y las de nuestro entorno, justamente el enfrentarnos a un deseo profundo de recibir un hijo que no se concreta puede estar poniendo de manifiesto algún desequilibrio en la presencia de nuestra energía receptiva que es predominantemente de tipo femenino. ¿Qué significa tener predominancia de energía masculina? No significa que parezcamos hombres, de hecho todo en el mundo tienen ambas energías. Pero quienes tenemos esta predominancia seremos: Mi hipótesis sobre por qué se da esto en mi, es que pertenezco a la Generación X y muchas fuimos educadas por mujeres que querían liberarse de la sumisión, del ser amas de casa, de tener la imposibilidad de salir de la casa y autoabastecerse y depender de un hombre. Asociamos todo esto a ser mujer, a lo femenino y buscamos equipararnos a los hombres. La Dra Northrup que cito arriba dice que para concebir hay que ser ÓVULOS y no ESPERMATOZOIDES y muchas mujeres buscamos más encarnar la energía de este tipo de célula germinal y no del óvulo que ESPERA al espermatozoide, el útero que recibe al EMBRIÓN mullido y calentito. Como si todas las cualidades del complejo acto de gestación las hubiéramos asociado a aquellas que queremos evitar para no repetir la historia de las generaciones anteriores de mujeres. Muchas de nuestras madres NO querían la dependencia y nos lo explicaron mucho y nos propusieron que seamos “profesionales” e “independientes” de nuestros maridos. No se, vos pero a mi me quedó marcado a fuego no solo porque me lo decían sino porque experimentaba la disconformidad de mi madre con su rol, podía sentirla. No digo que siempre sea así, por supuesto, sino que explicó uno de los motivos por los cuales puede haberse dado esta tendencia en mi a activar y preferir la energía masculina. Y a mi me cierra por todos lados. No necesito que alguien de afuera me lo confirme. En esta historia, la energía femenina fue asociada por mi (sin saberlo por supuesto) a cualidades no deseables: Y SI eran deseables las otras: 🔸estudiar y recibirme (logro profesional)🔸trabajar y generar dinero Todas vinculadas a la energía de tipo MASCULINO. Y así mi cuerpo evitó la ovulación por muchos años. SOLO cuando yo misma -a los golpes y porrazos- me encontré con esto en sombras, lo acepté y me dispuse a amigarme con lo que necesitaba para estar receptiva, mi cuerpo empezó a habilitar la ovulación, el reencuentro con mi sexualidad, con mi emocionalidad fluctuante. Todo GRACIAS al hecho no de poder embarazarme y no saber para donde ir, con la imperiosa necesidad y deseo de entender a mi cuerpo, a mis circunstancias y de ser protagonista de mi encuentro con el arquetipo de la MADRE Como dicen mis mentoras de manifestación: “después de la noche más oscura, viene el amanecer” Sin saberlo, encarné mis energías ocultas, creé mi modelo deseado para ser mujer y mamá profesional a la vez, me vi maternal y a la vez de fuentes de ingresos y trabajo. Y solo allí el bebé que nos estaba esperando se hizo presente. Hoy de vez en cuando Mateo me recuerda con una simpleza que aún no se cuestiona:  “mamá yo te estuve esperando mucho tiempo, y vos todos los días querías ser mamá, no?”. Si querés seguir escuchando sobre Fertilidad Consciente, te invito a mi Podcast! En este video de 8 minutos te explico cómo conectar con el primer hogar de un bebé: SEGUIR ESTE LINK Con amor siempre Jor

LEER POST

Ritual de Fin de Año

¡Hola! ¡Te dejo un bonus para el fin de año! Para este ritual vas a necesitar: Pasos: 1- Armá el espacio con los elementos que juntaste  por cada elemental. El espacio tiene que ser agradable para vos en un lugar tranquilo y tener al menos media hora de tiempo para hacer el ritual 2- En una hoja dibujá un círculo grande y dividilo en ocho porciones Luego escribí en cada porción un area: 2-Cerrá los ojos, respirá y recorré cada área sintiendo cuán expansiva la viviste a cada una en este año que cierra 3-Luego de unos minutos abrí los ojos y escribí de cada uno de esos aspectos que recibiste, qué queres cerrar,  terminar o dejar atrás en el año viejo y en otra hoja como querés expandir aquellos espacios donde no te sentiste creadora para intencionar en el año que inicia 4- Leelo en vos alta 5- Cerrá los ojos y con mucho amor y aceptación recorda de esas áreas en que SÍ te sentiste creativa, expansiva y al abrirlos escribi y agradece por todo lo que abriste y descubriste el año que cierra 6- Tendrás a tu izquierda la lista de lo que agradecés y lo que deseás soltar y a la derecha lo que intencionás para el año nuevo El Año que comienza te vas a proponer bajar esas intenciones a la tierra poniéndote metas mensuales, semanales, y diarias que contribuyan a lo que necesitas que ocurra para lograr esa visión Ejemplo: En el área de la economía siento que estuve del lado de la escasez y lo que necesito para ser expansiva el próximo año es cambiar esa mentalidad de escaces, por una de Abundancia. Intención mes a mes: hacerme un regalo a mi y a otra persona sin miedo al “gasto” Intención de esta semana: no mirar el saldo bancario Intención del dia: disfrutarlo como el mejor, cada vez que mire un precio y me diga para mis adentros “esto es caro” voy a estar atenta y voy a cambiar esa creencia por “tengo la posibilidad de elegir si adquiero esto o No más allá de su valor” ¡Asi con cada area! Te sugiero elegir 2, ¡no más! Volveré renovada!!! Con amor Jorgelina

LEER POST

20 años de anticoncepción – 1 año de querer concebir

¡Hola! Seguimos hablando de anticoncepción frente al deseo  de concebir ¿Para qué? Para DESPATOLOGIZAR EL PROCESO Los procesos vitales y sobretodos los más comprometidos PUEDEN y tiene lógica que lleven tiempo para que cuerpo – mente – espíritu se adecuen a ellos Si tenes hoy entre 36 y 55 años aproximadamente (como yo) pertenecemos a la Generación X. Nosotros somos una generación de transición respecto a los temas de sexualidad y fertilidad. Por qué? La generación anterior fue llamada Baby Boomers, lo que significa el boom de bebés. Se trata de una generación donde hubo una explosión de nacimientos muchos no deseados debido a la “liberación sexual”. En ese entonces llamaron liberación a tener sexo sin cuidados de ningún tipo, y por lo tanto proliferaron las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos. En ese momento las mujeres empezaron a preguntarse sobre la sumisión y la liberación, empezaron a ser más activas en las universidades y empleos pero aún era muy incipiente la posibilidad de llevarlo a cabo. Por eso el mundo de la ciencia respondió generando la “píldora anticonceptiva”. Con la píldora, la sociedad pudo librarse del boom de bebés y fue una buena solución específicamente para ese momento del mundo. Pero nosotros, la Generación X venimos después, con una gran trayectoria y maestría para la anticoncepción.  Entonces nuestras madres o hermanas mayores, nuestros educadores, en nuestra adolescencia literalmente nos insistieron con los cuidados y con la anticoncepción.  Nuestros ginecólogos nos ofrecieron la píldora desde muy chicas. Y así asociamos la sexualidad con un peligro y algo digno de ser evitado. Nuestras madres ya sentían la necesidad de salir de la casa y de dejar de dedicarse exclusivamente a los hijos, y nos transmitieron su deseo y su frustración. No se a vos, pero a mí mi mamá de chica y por años me dijo “hija no seas dependiente de un hombre, estudiá y trabajá”. Y así lo hice, y para eso había que anticoncebir. Tan buena alumna era que hasta mi cuerpo inhibió la ovulación. Y así pasamos la mayoría de nuestra adolescencia y adultez joven: de la mano de la anticoncepción. Un día llega el deseo (o el mandato) o un poco de ambos  de maternar, la casa, la pareja, etc y decidimos recibir un hijo. Dejamos la píldora y queremos que en 2 o 3 meses llegue el test de embarazo positivo. Muchas veces ocurre, pero muchas otras no. Y que hacemos? Nos desesperamos. Lo que te propongo es revisar esta historia y tus propias vivencias y creencias al respecto. Si te sentís identificada podes empezar a alivianarte sabiendo que es parte de una generación entera. Que no es que “tendrías que haber empezado antes”. Nosotras empezamos cuando pudimos, cuando lo sentimos y lo que podemos hacer es hoy activamente entender para qué nuestro cuerpo nos está diciendo hoy que NO a la concepción. Y que con paciencia y con algo de trabajo podemos proponerle abrirse a este nuevo espacio desde una nueva mirada. La concepción consciente. El equilibrio  de responsabilidades entre madre y padre frente a la crianza. El permitirnos ser mujeres madres, profesionales y deseantes. Con cariño siempre JOR

LEER POST